Una herramienta fundamental para lograrlo es la autoexploración mamaria. Dedica unos minutos al mes a explorar tus senos y familiarizarte con su textura y forma. De esta manera, podrás identificar cualquier cambio inusual y acudir a tu médico de inmediato.
Elige un momento tranquilo: Busca un lugar cómodo y relajado, preferiblemente después de tu período menstrual.
Observa: Párate frente a un espejo y observa tus senos, buscando cualquier cambio en la piel, el pezón o la forma.
Explora: siente suavemente tus senos con las yemas de los dedos, moviéndolos en círculos. También puedes hacerlo en la ducha, con las manos enjabonadas.
Consulta a tu médico: Si notas algún cambio, no dudes en consultar a tu médico.
Una alimentación equilibrada y rica en nutrientes es fundamental para mantener tu cuerpo sano y fuerte.
Son ricas en antioxidantes que ayudan a combatir las células dañinas.
Estos alimentos pueden aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
La fibra ayuda a mantener un peso saludable y regula los niveles hormonales.
El consumo excesivo de alcohol se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de mama.
Hacer ejercicio de forma regular ayuda a mantener un peso saludable, mejora la circulación y fortalece el sistema inmunológico.
El exceso de peso se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de mama.
Los niveles elevados de insulina pueden estimular el crecimiento de las células cancerosas.
Un sistema inmunológico fuerte ayuda a combatir las células cancerosas.
Ya sea bailar, caminar, nadar o andar en bicicleta, lo importante es que disfrutes del ejercicio.
Intenta hacer ejercicio al menos 30 minutos la mayoría de los días de la semana.
Antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, consulta a tu médico.
Queremos convertirnos en un centro de referencia de ecografía mamaria de alta calidad.
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